El recorrido es muy variado, incluye puentes, tramos de escalada, desplomes y hasta una tirolina (para la que hay que llevar una polea para cable).

Clasificada como K4, la dificultad aumenta de forma progresiva y se divide en tres tramos con posibilidades de escape.

El primer tramo se caracteriza por ser el mas sencillo y donde encontraremos los dos puentes nepalís (opcionales).

En el segundo tramo encontraremos los pasos mas aéreos del recorrido, con buenos agarres y alguna sección con ligero desplome. 

Si nos hemos quedado con ganas de más, nos queda el tercer tramo, con sus primeros pasos de escalada en una placa inclinada y el desplome previo a la tirolina del final.

Las vistas de Pont de Suert y Valle de Boí nos acompañaran a lo largo de todo el recorrido.

Los escapes están marcados de color azul.

El regreso, que comparte parte del camino de la ferrata y de la aproximación, consta de un par de tramos equipados por los que asegurarnos para bajar y está indicado con marcas azules y amarillas.

¿Te animas a probar esta experiencia?